La crisis de la lectura es un fenómeno de larga data, que la pandemia sólo agravó y que está en la base de las inequidades de nuestra sociedad. Los recientes resultados del SIMCE 2022 en lectura, muestran una baja de 4 puntos en 4° básico respecto a la última medición (267), cifra que puede parecer menos alarmante que los 10 puntos disminuidos en matemática (250), pero ¡hay que hacer la lectura correcta!: es la primera vez en 10 años que se reduce la proporción de estudiantes que leen en nivel adecuado y aumenta a más de un tercio el porcentaje de niños en el nivel de rezago más grave. Menos de la mitad de los niños y niñas de 4° básico de nuestro país están comprendiendo lo que leen. Pero lo más doloroso, es constatar una vez más que la brecha aumenta, los resultados de los estudiantes de nivel socioeconómico más bajo son similares a los del año 2013, perdiendo todo lo avanzado en 10 años de esfuerzo por lograr que un aprendizaje fundamental como lo es la lectura se logre consolidar.
La capacidad lectora de los niños y niñas es determinante para su rendimiento en TODAS las otras áreas del saber. El SIMCE nos indica que un niño o niña con un buen desempeño en lectura le va un 30% mejor en matemática y en ciencias. Por otro lado, aprender a leer impacta positivamente en la autoestima académica del niño o niña, la imagen que tiene de sí mismo en el ámbito escolar, al poder acceder a las otras áreas del conocimiento de forma autónoma, sintiéndose más confiado para enfrentar nuevos desafíos escolares, atreviéndose y disfrutando el aprendizaje.
Como Fundación CMPC llevamos más de 20 años trabajando con foco en lenguaje. Nuestros 3 programas educativos abordan el aprendizaje de la lectura y sus precursores en las distintas etapas del desarrollo de los niños y niñas. Partimos desde muy temprano promoviendo la motivación y el goce por la lectura, la conciencia fonológica, el vocabulario y el conocimiento de mundo, a través de papás, mamás y cuidadores, que comparten junto a sus hijos e hijas un espacio enriquecido, empoderándose como “los primeros educadores de sus niños y niñas”, dedicando tiempo de calidad al desarrollo de estas habilidades a través del juego como el principal medio de aprendizaje y aprovechando el día a día y las acciones cotidianas para hacerlo.
Junto a esto, los establecimientos educacionales están al centro de esta cruzada: salas cunas, jardines infantiles y escuelas. Aquí apoyamos con metodologías efectivas para la enseñanza y el aprendizaje de la lectura, con evaluaciones permanente, capacitación y acompañamiento a docentes y equipos directivos, además de apoyo a los estudiantes con rezago.
Trabajamos en alianza con otras instituciones, públicas y privadas, con la firme convicción de que todos somos necesarios. Este espíritu nos llevó a participar activamente en la red Por un Chile que Lee, alianza público privada que busca aportar iniciativas para enfrentar las brechas de aprendizaje en lectura de los niños y niñas del país. Desde aquí, hacemos el llamado a pasar del diagnóstico a la acción, a hacernos cargo de las cifras y cambiar el futuro de nuestros niños y niñas.